Todo está dicho.
Las palabras queman.
Las lágrimas se transforman sin querer en ácido sulfúrico.
Las sonrisas no tienen casi sentido ya.
Sólo me queda abrazarte fuerte e intentar asfixiarte la pena.
Muy difícil, pero no imposible.
jueves, 20 de enero de 2011
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nerea!!!!!!!
ResponderEliminarmuy bonitoo!! :)
gracias :)
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