lunes, 14 de noviembre de 2011

Recordando...

Todo empezó como un simple hormigueo en las puntas de los dedos, pero pronto llegaron los espasmos y los temblores.

Antes de darse cuenta estaba tumbada en la nieve con la garganta abrasada por el gélido aire que la envolvía.

Hizo ademán de levantarse para seguir caminando, pero sus músculos no reaccionaron, se dió cuenta de que llevaba muchos kilómetros caminando como una autómata a merced del inhóspito paraje.

Un hilo de sangre recorrió su mejilla entumecida, y una flor carmesí perturbó el inmaculado lugar.

Se sumergió en un leve letargo mientras pensaba en cuánto le hubiera gustado a Bran verla morir.

Sonrió con amargura y exhaló un último aliento.

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